viernes, 1 de noviembre de 2013

La importancia de los oficios.

Es curioso cómo cambian las preguntas que uno se hace a lo largo de la vida...
Pues cuando terminé mis estudios y me puse a buscar una ocupación, me hice una pregunta que nunca antes me había formulado; ¿A qué se dedican mis parientes lejanos (Me refiero a esos parientes que solamente veo una vez al año, cuando vienen de vacaciones al pueblo)?
Puede que la pregunta sea ingenua, impropia de alguien tan mayor, que ya se le presupone cierto bagaje de experiencias. Pero lo cierto es, que hasta que no me vi obligado a dedicarme a una profesión, nunca se me ocurrió plantearme por los oficios de mis parientes urbanitas, que no están condenados a tener que trabajar con el ganado y a lidiar con las fuerzas de la naturaleza para proteger sus cosechas.
Y es que estas cuestiones se deberían hacer más a menudo, pues, como escritor, me he dado cuenta de que decir que tal individuo se dedica a esto, y que ese otro trabaja en tal tarea, es una manera muy rápida de definir a un personaje.
Un ejemplo muy claro está en Joe Blazer, la protagonista de "El planeta de la noche eterna". Si hubiera tenido que describir su vida y sus habilidades, tendría que haber usado varias páginas. Sin embargo, si me limito a decir que es oficial de seguridad de una nave civil (y que tuvo un pasado como militar), el lector ya adivinará que esta mujer presenta varias cualidades específicas, propias de esta profesión, o incluso puede vislumbrar cómo sería su currículo. Es más, ya sabe que en caso de peligro, ella reaccionará rápidamente, y que no se detendrá ante nada con tal de que ningún tripulante o pasajero salga dañado.
Y es que tener un oficio es importante, y no solamente para ganarse un buen sueldo. Porque un oficio, una ocupación, define a la persona, y ya sirve de carta de presentación para cualquier individuo nuevo que conozca por primera vez a la mencionada persona.

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